Un blog sobre información acerca de medicina: novedades, curiosidades, datos importantes, prevención de enfermedades, etc. Soy una simple estudiante de medicina tratando de aportar su granito de arena. (Se aceptan críticas constructivas y sugerencias).
La lección de anatomía
lunes, 31 de diciembre de 2012
sábado, 29 de diciembre de 2012
TIÑAS
TIÑAS
Las tiñas son enfermedades cutáneas que afectan la piel, el pelo y las uñas. Son causadas por dermatofitos queratinofílicos; los hongos de los géneros Trichophyton, Microsporum y Epidermophyton constituyen los primeros agentes causales de esta infección.
La tiña de la cabeza afecta principalmente a niños o a individuos que padecen alguna enfermedad autoinmune o reciben tratamiento con corticoesteroides. Los hongos que afectan con mayor frecuencia el cuero cabelludo son el M. canis (transmitidos por perros y gatos enfermos) y el T. tonsurans (transmitidos por pacientes infectados). La tiña de la cabeza tiene 2 presentaciones clínicas:
La onicomicosis puede afectar a una o varias uñas, ya sea de las manos o de los pies. Se puede presentar como áreas leucodérmicas, engrosamiento amarillento de la uña, fragilidad, estrías y onicolisis. Los dermatofitos que con mayor frecuencia afectan las uñas son T. rubrum y T. mentagrophytes.
Los estudios de laboratorio requeridos para llegar al diagnóstico son el estudio micológico directo (KOH 15%), cultivo en medio de Mycosel y medios especiales para la identificación de la especie. Eventualmente puede realizarse biopsia de las formas tricofíticas.
Es importante realizar diagnóstico diferencial:
En cuanto a la tiña del cuerpo, el tratamiento tópico se basa en la aplicación de tolnaftato, tolciclato, pirrolnitrina, ácido undecilénico, imidazoles en crema o solución, alilaminas como naftalina y terbinafina; amorolfina y ciclopiroxolamina; por vía oral se administra griseofulvina, itraconazol, fluconazol y/o terbinafina.
El tratamiento de la onicomicosis es más prolongado y resistente. Los medicamentos de elección son el itraconazol, terbinafina y el fluconazol. Eventualmente se puede extirpar el área afectada de la uña mediante la avulsión química con urea al 40% más bifonazol y/o por remoción directa del área dañada y la aplicación de lacas que contienen ciclopirox o amorolfina durante el período de crecimiento de la uña. Con el transcurso de los años se ha observado la aparición de resistencia a los antifúngicos, por lo tanto en los tratamientos prolongados es aconsejable realizar un cultivo y estudios de sensibilidad in vitro previos al tratamiento.
Microsporum canis |
Las tiñas son enfermedades cutáneas que afectan la piel, el pelo y las uñas. Son causadas por dermatofitos queratinofílicos; los hongos de los géneros Trichophyton, Microsporum y Epidermophyton constituyen los primeros agentes causales de esta infección.
La tiña de la cabeza afecta principalmente a niños o a individuos que padecen alguna enfermedad autoinmune o reciben tratamiento con corticoesteroides. Los hongos que afectan con mayor frecuencia el cuero cabelludo son el M. canis (transmitidos por perros y gatos enfermos) y el T. tonsurans (transmitidos por pacientes infectados). La tiña de la cabeza tiene 2 presentaciones clínicas:
Querión de Celso |
- Forma seca: presenta áreas redondeadas pseudoalopécicas con cabellos cortos, quebradizos y deformes, y en ocasiones se observa una vaina blanquecina, en el caso del M. canis. En cuanto a las tiñas tricofíticas (causadas por T. tonsurans), se caracterizan por regiones alopécicas pequeñas con descamación y áreas de cabellos cortados muy cerca de la base.
- Forma inflamatoria: presenta, además de lo anterior, eritema, pústulas, costras y ocasionalmente abscesos (querión de Celso, que evidencia la respuesta inmunológica contra los antígenos del hongo).
Tiña corporis |
La tiña del cuerpo se caracteriza por zonas eritemoescamosas que se presentan en placas redondeadas con bordes elevados y, a veces, vesículas y prurito. Los agentes etiológicos más comunes son: M. canis, T. rubrum, t. tonsurans, T. mentagrophytes y E. floccosum. Existe una variante clínica que cuando afecta la dermis puede producir un granuloma tricofítico; el agente causal principal es el T. rubrum. Predomina en las mujeres y se caracteriza por nódulos firmes, únicos o múltiples y zonas eritemoescamosas que afectan las piernas. En la mayoría de los casos existen antecedentes de aplicación de glucocorticoides y rasurado de la zona afectada. Otra variante es la tiña incógnito, que aparece con un cuadro atípico debido a la administración crónica de corticosteroides, presentando pápulas aisladas, eritema y el borde periférico está ausente o poco marcado.
La tiña de la ingle se observa en las regiones inguinocrurales y perineal, pudiendo extenderse a las regiones adyacentes. Presenta placas eritemoescamosas de bordes realzados acompañadas de prurito. Entre los principales agentes causales podemos nombrar a T. rubrum, T. mentagrophytes y E. floccosum.
Tiña inguinal |
La tiña de los pies (pie de atleta) afecta principalmente a hombres adultos. Se caracteriza por eritema, descamación, grietas, fisuras, vesículas y pústulas (formas dishidróticas) y costras melicéricas (similares a la miel, de ahí su nombre) acompañadas de prurito. En las formas crónicas puede presentarse hiperqueratosis. Las zonas más afectadas son los espacios interdigitales, la planta y el borde del pie; en ocasiones se extiende al dorso del pie. Las formas dishidróticas pueden desarrollar dermatofítides, las cuales se caracterizan por lesiones vesiculares que afectan las manos y en donde el agente causal está ausente; se debe a una reacción inmunológica del hospedero, principalmente en las infecciones tricofíticas.
"Pie de atleta" |
La tiña de las manos puede afectar a una o ambas palmas; el agente etiológico más frecuente es el T. rubrum. Se presenta como eritema, descamación, piel seca e hiperqueratosis.
La onicomicosis puede afectar a una o varias uñas, ya sea de las manos o de los pies. Se puede presentar como áreas leucodérmicas, engrosamiento amarillento de la uña, fragilidad, estrías y onicolisis. Los dermatofitos que con mayor frecuencia afectan las uñas son T. rubrum y T. mentagrophytes.
Los estudios de laboratorio requeridos para llegar al diagnóstico son el estudio micológico directo (KOH 15%), cultivo en medio de Mycosel y medios especiales para la identificación de la especie. Eventualmente puede realizarse biopsia de las formas tricofíticas.
Es importante realizar diagnóstico diferencial:
- Tiña de la cabeza: alopecia areata, tricotilomanía, alopecía sifilítica, piodermitis, dermatitis de contacto.
- Tiña del cuerpo: pitirirasis rosada de Gilbert, dermatitis reacconales, granuloma amolar, eczema numular, eritema anular centrífugo, formas anulares de lepra tuberculosa y liquen simple crónico.
- Tiña de la ingle: candidosis, psoriasis, dermatitis de contacto, líquen simple crónico.
- Tiña de las manos: deshidrosis, dermatitis por contacto, psoriasis.
- Tiña de los pies: candidosis, psoriasis, deshidrosis, dermatitis por contacto.
- Tiña de las uñas: candidosis, psoriasis, líquen plano, onicocriptosis, tumores subungueales.
Con respecto al tratamiento, la tiña de la cabeza se puede tratar con griseofulvina, terbinafina e itraconazol. A nivel local se puede utilizar shampoo con ketoconazol, aplicación de terbinafina e imidazoles en solución.
En cuanto a la tiña del cuerpo, el tratamiento tópico se basa en la aplicación de tolnaftato, tolciclato, pirrolnitrina, ácido undecilénico, imidazoles en crema o solución, alilaminas como naftalina y terbinafina; amorolfina y ciclopiroxolamina; por vía oral se administra griseofulvina, itraconazol, fluconazol y/o terbinafina.
El tratamiento de la onicomicosis es más prolongado y resistente. Los medicamentos de elección son el itraconazol, terbinafina y el fluconazol. Eventualmente se puede extirpar el área afectada de la uña mediante la avulsión química con urea al 40% más bifonazol y/o por remoción directa del área dañada y la aplicación de lacas que contienen ciclopirox o amorolfina durante el período de crecimiento de la uña. Con el transcurso de los años se ha observado la aparición de resistencia a los antifúngicos, por lo tanto en los tratamientos prolongados es aconsejable realizar un cultivo y estudios de sensibilidad in vitro previos al tratamiento.
lunes, 24 de diciembre de 2012
sábado, 8 de diciembre de 2012
GLOSARIO
GLOSARIO
En este post voy a ir publicando diferentes términos médicos que utilizo con frecuencia en los distintos artículos publicados y que pueden presentar alguna dificultad para aquellas personas que no están relacionadas con la medicina. La idea es ir actualizándolo a medida que surjan nuevos términos. Por supuesto, si omito alguno sin intención, no tienen más que hacérmelo saber!
En este post voy a ir publicando diferentes términos médicos que utilizo con frecuencia en los distintos artículos publicados y que pueden presentar alguna dificultad para aquellas personas que no están relacionadas con la medicina. La idea es ir actualizándolo a medida que surjan nuevos términos. Por supuesto, si omito alguno sin intención, no tienen más que hacérmelo saber!
- Apoptosis: Es una muerte celular programada. Ocurre tanto en condiciones patológicas como fisiológicas.
- Artralgias: Dolor en las articulaciones.
- Ascitis: Es el exceso de líquido dentro de la cavidad peritoneal (entre los tejidos que recubren el abdomen y los órganos abdominales).
- Bacteriemia: Presencia de bacterias en la sangre.
- Bursitis: Es la inflamación de las bursas; las bursas son bolsas de color nacarado que protegen y amortiguan las articulaciones.
- Cardiomegalia: Es el agrandamiento anormal del corazón.
- Cistitis: Es la inflamación de la vejiga urinaria, con o sin infección.
- Coprocultivo: Es el cultivo de la materia fecal; se utiliza para el diagnóstico microbiológico.
- Diaforesis: Sudoración excesiva.
- Edema: Es la hinchazón causada por la acumulación de líquido en los diferentes tejidos del cuerpo.
- Empiema: Es la acumulación de pus en el espacio pleural.
- Epistaxis: Es el sangrado nasal.
- Eritema: Es el enrojecimiento de la piel.
- Esplenomegalia: Agrandamiento del bazo.
- Estenosis: Es el estrechamiento de un orificio o conducto del cuerpo.
- Fotofobia: Es una molestia ocular en presencia de luz brillante.
- Hepatocito: Es el principal tipo de célula presente en el hígado.
- Hepatomegalia: Agrandamiento del hígado.
- Hiperbilirrubinemia: Aumento del nivel de bilirrubina en sangre.
- Hipercolesterolemia: Aumento del nivel de colesterol en sangre.
- Hiperglucemia: Aumento del nivel de glucosa en sangre.
- Hiperlipemia: Aumento del nivel de lípidos en sangre.
- Ictericia: Coloración amarilla de la piel y las partes blancas de los ojos.
- Leucocitosis: Aumento de los leucocitos (glóbulos blancos).
- Linfadenopatía: Inflamación de los ganglios linfáticos.
- Mialgia: Dolor muscular.
- Necrosis: Es la muerte de una porción de tejido o de un órgano del cuerpo; ocurre siempre en condiciones patológicas.
- Neutrofilia: Aumento en el número absoluto de neutrófilos.
- Osteopenia: Es la disminución de la densidad ósea.
- Parénquima: Es el epitelio funcional de un órgano.
- Patogenia: Se refiere al desarrollo de la enfermedad.
- Proteinuria: Es la presencia de proteínas en la orina, en un valor superior a 150 mg en la orina de 24 hs o mayor a 8 mg/dl en el caso de las tirillas reactivas.
- Viremia: Presencia de virus en sangre.
domingo, 2 de diciembre de 2012
INFECCIONES GASTROINTESTINALES
GASTROENTERITIS INFECCIOSA
La gastroenteritis infecciosa es una afección del aparato digestivo cuya manifestación principal suele ser la diarrea. Esta se define como el peso de las heces superior a 200 g/día, con aumento de la frecuencia y disminución de la consistencia. La diarrea refleja el incremento del contenido de agua en las heces, ya sea por disminución de la absorción o por la secreción activa del intestino. La diarrea crónica se refiere a la que se prolonga por más de un mes.
Las enfermedades diarreicas representan la tercera causa de muerte en el mundo. En la mayoría de los casos, la diarrea aguda es autolimitada. Entre los factores que favorecen esta afección se encuentran:
La diarrea puede ser causada por virus (el más frecuente es el rotavirus), bacterias, parásitos y hongos.
En los cuadros leves y moderados, la investigación etiológica debe iniciarse cuando la diarrea persiste por más de 3 días. En los cuadros graves, la causa debe buscarse de inmediato.
De acuerdo a las alteraciones que sufre la pared intestinal, la diarrea se clasifica como inflamatoria o secretora. La inflamatoria puede ser grave y dar lugar a evacuaciones con moco y sangre, en ocasiones purulentas, debido a lesiones invasoras de la mucosa intestinal por agentes bacterianos. Durante el examen físico deben buscarse signos de deshidratación o hipovolemia. Una enfermedad grave debe sospecharse ante la presencia de uno o más de los siguientes signos:
Un dato importante es la fiebre, la cual sugiere infección por una bacteria invasiva (Shigella, Salmonella, Campylobacter), virus entéricos o un organismo citotóxico (Clostridium difficile o Entamoeba histolytica).
Asimismo, es importante indagar sobre el uso reciente de antibióticos (lo que indicaría una infección por Clostridium difficile).
En cuanto al tratamiento, en los pacientes con diarrea aguda se inicia con medidas generales como hidratación y modificación de la dieta. El tratamiento con antibióticos no suele ser necesario ya que la mayoría de los cuadros son autolimitados. Sí se considera el uso de antibióticos en pacientes que presentan signo-sintomatología de diarrea bacteriana como fiebre, diarrea sanguinolenta, sangre oculta o leucocitos fecales; pacientes con evacuaciones mayores a 8 por día; deshidratados; con síntomas con una duración mayor a una semana; pacientes que requieren hospitalización o inmunocomprometidos.
Por otro lado, los antidiarreicos que disminuyen la motilidad (como loperamida o difenoxilato) pueden ser usados para el tratamiento sintomático de pacientes con diarrea pero sin fiebre o con febrícula, y con evacuaciones no sanguinolentas. Sin embargo, ambos medicamentos pueden facilitar el desarrollo de síndrome urémico-hemolítico en los individuos infectados por Escherichia coli enterohemorrágica. Además, estos agentes pueden enmascarar la cantidad de pérdida de líquidos; por lo tanto, los líquidos deben ser restituidos de manera agresiva al utilizar dichos medicamentos.
Es importante destacar la eficacia de los probióticos. Se trata de bacterias que ayudan en la recolonización del intestino con flora no patógena, con lo cual disminuyen el tiempo de recuperación de la diarrea. Los probióticos son especialmente útiles en el tratamiento de la infección por Clostridium difficile, diarrea del viajero y diarrea aguda no específica del niño.
La gastroenteritis infecciosa es una afección del aparato digestivo cuya manifestación principal suele ser la diarrea. Esta se define como el peso de las heces superior a 200 g/día, con aumento de la frecuencia y disminución de la consistencia. La diarrea refleja el incremento del contenido de agua en las heces, ya sea por disminución de la absorción o por la secreción activa del intestino. La diarrea crónica se refiere a la que se prolonga por más de un mes.
Las enfermedades diarreicas representan la tercera causa de muerte en el mundo. En la mayoría de los casos, la diarrea aguda es autolimitada. Entre los factores que favorecen esta afección se encuentran:
- bajo nivel socioeconómico
- bajo peso corporal al nacer
- edad menor a 5 años
- inmunodeficiencia
- desnutrición
- hacinamiento
- falta de amamantamiento
- sanidad deficiente
- carencia de agua potable
- manejo inadecuado de alimentos
La diarrea puede ser causada por virus (el más frecuente es el rotavirus), bacterias, parásitos y hongos.
En los cuadros leves y moderados, la investigación etiológica debe iniciarse cuando la diarrea persiste por más de 3 días. En los cuadros graves, la causa debe buscarse de inmediato.
De acuerdo a las alteraciones que sufre la pared intestinal, la diarrea se clasifica como inflamatoria o secretora. La inflamatoria puede ser grave y dar lugar a evacuaciones con moco y sangre, en ocasiones purulentas, debido a lesiones invasoras de la mucosa intestinal por agentes bacterianos. Durante el examen físico deben buscarse signos de deshidratación o hipovolemia. Una enfermedad grave debe sospecharse ante la presencia de uno o más de los siguientes signos:
- diarrea acuosa profusa con deshidratación
- evacuaciones múltiples de volumen pequeño con moco y sangre
- temperatura mayor o igual a 38.5º C
- más de 6 evacuaciones diarreicas en 24 hs. o una duración de la enfermedad mayor a 48 hs.
- dolor abdominal intenso en un paciente mayor de 50 años
- diarrea en el anciano o en el inmunocomprometido
- Síntomas que comienzan dentro de las 6 hs., sugieren infección por Staphylococcus aureus o Bacillus cereus.
- Síntomas que empiezan a las 8-14 hs., sugieren infección por Clostridium perfringens.
- Síntomas que inician luego de las 14 hs post-ingesta, sugieren infección por agentes virales (principalmente si el vómito es el hallazgo predominante) o contaminación bacteriana de la comida con Escherichia coli enterotoxigénica o enterohemorrágica (http://medstnews.blogspot.com.ar/2012/08/infeccion-por-escherichia-coli.html).
Un dato importante es la fiebre, la cual sugiere infección por una bacteria invasiva (Shigella, Salmonella, Campylobacter), virus entéricos o un organismo citotóxico (Clostridium difficile o Entamoeba histolytica).
Asimismo, es importante indagar sobre el uso reciente de antibióticos (lo que indicaría una infección por Clostridium difficile).
En cuanto al tratamiento, en los pacientes con diarrea aguda se inicia con medidas generales como hidratación y modificación de la dieta. El tratamiento con antibióticos no suele ser necesario ya que la mayoría de los cuadros son autolimitados. Sí se considera el uso de antibióticos en pacientes que presentan signo-sintomatología de diarrea bacteriana como fiebre, diarrea sanguinolenta, sangre oculta o leucocitos fecales; pacientes con evacuaciones mayores a 8 por día; deshidratados; con síntomas con una duración mayor a una semana; pacientes que requieren hospitalización o inmunocomprometidos.
Por otro lado, los antidiarreicos que disminuyen la motilidad (como loperamida o difenoxilato) pueden ser usados para el tratamiento sintomático de pacientes con diarrea pero sin fiebre o con febrícula, y con evacuaciones no sanguinolentas. Sin embargo, ambos medicamentos pueden facilitar el desarrollo de síndrome urémico-hemolítico en los individuos infectados por Escherichia coli enterohemorrágica. Además, estos agentes pueden enmascarar la cantidad de pérdida de líquidos; por lo tanto, los líquidos deben ser restituidos de manera agresiva al utilizar dichos medicamentos.
Es importante destacar la eficacia de los probióticos. Se trata de bacterias que ayudan en la recolonización del intestino con flora no patógena, con lo cual disminuyen el tiempo de recuperación de la diarrea. Los probióticos son especialmente útiles en el tratamiento de la infección por Clostridium difficile, diarrea del viajero y diarrea aguda no específica del niño.
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