Estreptococos |
La fiebre reumática aguda es una enfermedad inflamatoria aguda de mecanismo inmunitario, que afecta a diversos órganos, principalmente al corazón. Aparece unas semanas después de un episodio de faringitis (http://medstnews.blogspot.com.ar/2012/09/faringitis.html) causada por estreptococos del grupo A (β-hemolítico). La carditis reumática aguda que complica la fase aguda de la fiebre reumática puede evolucionar progresivamente hasta provocar deformidades crónicas de las válvulas cardíacas. Esta afección se presenta en un 3% de los pacientes con faringitis estreptocócica del grupo A.
Eritema |
- Poliartritis migratoria de las grandes articulaciones
- Carditis
- Nódulos subcutáneos
- Eritema marginado de la piel
- Corea de Sydenham (trastorno neurológico que se manifiesta por movimientos involuntarios rápidos).
El diagnóstico se establece a través de los criterios de Jones: pruebas de una infección previa por estreptococos del grupo A, acompañadas de 2 de las manifestaciones principales o bien de una manifestación mayor y 2 menores (fiebre, artralgias o elevación de reactantes de fase aguda).
La consecuencia más grave de la fiebre reumática es la cardiopatía reumática crónica, que se caracteriza principalmente por lesiones fibrosas y deformantes de las válvulas (especialmente estenosis mitral), que pueden producir, décadas más tarde, trastornos funcionales permanentes e insuficiencia cardíaca intensa y, en ocasiones, mortal.
Se cree que la fiebre reumática aguda es una reacción de hipersensibilidad desencadenada por los estreptococos del grupo A. Los anticuerpos dirigidos contra las proteínas M de ciertas cepas de estreptococos conducen a reacciones cruzadas con las glucoproteinas del corazón, las articulaciones y otros tejidos. Los síntomas suelen comenzar 2 a 3 semanas después de la infección. Se ha sugerido también que al infección estreptocócica despierta una reacción autoinmunitaria dirigida contra los antígenos propios. Por otra parte, se sospecha que existe una susceptiilidad genética que regula la reacción de hipersensibilidad.
Las secuelas crónicas son secundarias a la fibrosis progresiva debida a la curación de las lesiones inflamatorias agudas y a las turbulencias que provocan las deformidades valvulares.
La fiebre reumática aguda se presenta 10 días a 6 semanas luego de un brote de faringitis estreptocócica. Los más afectados son los niños de 5 a 15 años de edad, aunque un 20% de los primeros brotes del proceso afectan a los adultos. Los cultivos faríngeos para estreptococos son negativos al inicio de la enfermedad, pero en el suero pueden detectarse anticuerpos contra ciertas enzimas bacterianas, como la estreptolisina O y la ADNasa B. Las manifestaciones clínicas que predominan son la artritis y la carditis. La artritis es mucho más común en los adultos; suele comenzar como una poliartritis migratoria acompañada de fiebre y dolor de las articulaciones afectadas. Estos síntomas remiten espontáneamente sin dejar secuelas. Con respecto a a carditis aguda, esta produce roce pericárdico, taquicardia y
arritmias; la miocarditis puede causar dilatación cardíaca, que a veces va seguida de insuficiencia mitral e incluso insuficiencia cardíaca. El pronóstico del primer brote suele ser bueno. Luego del primer brote es más fácil que se reactive el proceso cuando se repiten las infecciones faríngeas. Es probable que la carditis empeore en cada nuevo brote, siendo una lesión acumulativa. Por otro lado, la carditis reumática crónica suele ser asintomática durante años. La sustitución quirúrgica de las válvulas afectadas por prótesis ha mejorado el pronóstico de los pacientes con cardiopatía reumática.
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