Se lo conoce también como infección de vía respiratoria superior o rinofaringitis aguda. Se caracteriza por ser una enfermedad aguda, leve y autolimitada. En general, su etiología es viral; han sido identificados varios virus como agentes causantes de esta infección. Los más frecuentes son los rinovirus (poseen más de 100 serotipos). Otros de los virus que pueden provocar resfrío son: coronavirus, virus parainfluenza, virus sincitial respiratorio, virus influenza, adenovirus, entre otros.
Rinovirus |
Existen diferentes vías de transmisión: por inhalación de partículas, virales aerosolizadas, gotas con virus que llegan a la conjuntiva o la mucosa nasal y a través de las manos.
El período de incubación dura de 1 a 3 días. Durante el mismo, el virus replica en la células epiteliales, estimulando la migración de neutrófilos al sitio de infección y la liberación de mediadores inflamatorios; se produce edema de la mucosa con sobreproducción de moco. Durante esta etapa existe diseminación del virus a partir de secreciones nasales (entre el segundo y el séptimo día).
La sintomatología comienza con rinorrea hialina, obstrucción nasal y estornudos; posteriormente, pueden presentarse rinorrea mucopurulenta, dolor faríngeo, cefalea, tos irritativa y luego productiva. Puede haber fiebre de bajo grado, mialgias, hiporexia y malestar general. Se observa la mucosa nasal hiperémica y edematosa, eritema conjuntival e hiperemia faríngea. A nivel pulmonar, pueden encontrarse estertores roncantes transmitidos. Los síntomas se extienden por 5 a 7 días, aunque la tos y la rinorrea pueden durar hasta 2-3 semanas.
El diagnóstico se realiza de acuerdo al cuadro clínico y al antecedente epidemiológico. Entre los diagnósticos diferenciales, se encuentran: la rinitis alérgica, rinitis vasomotora, sinusitis, faringitis, cuerpo extraño y el período prodrómico de otras enfermedades (sarampión, varicela, coqueluche y difteria).
No existe un tratamiento antiviral eficiente contra el resfrío común. Existe una gran cantidad de medicamentos que se comercializan (muchos de ellos son de venta libre), que contienen sustancias que lejos de ser beneficiosas, pueden ser perjudiciales. Entre dichos medicamentos, se hallan los antihistamínicos, descongestivos y antitusivos. Es necesario eliminar irritantes que puedan prolongar el cuadro como polvo, frío y humo del tabaco. Si bien es frecuente el uso de vitamina C para tratar el resfrío, no se ha demostrado su eficacia.
La prevención está orientada a la aplicación de vacuna de influenza y medidas para evitar la transmisión, como evitar el contacto con secreciones y el lavado de manos.
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