Es una parasitosis causada por el Toxoplasma gondii (protozoo intracelular obligado ampliamente distribuido en la naturaleza). El huésped definitivo es el gato y el huésped intermediario, el ser humano. Las principales vías de transmisión al humano son la oral y la transplacentaria. La infección suele producirse por ingestión de carne (cerdo, cordero, ternera) o vegetales contaminados con los parásitos a partir de la materia fecal de gatos, por transfusiones de sangre de pacientes infectados, por transplante de órganos que tengan quistes o por inoculación accidental en el laboratorio.
Clínicamente tiene 4 formas de presentación:
Toxoplasmosis aguda: tiene un período de incubación de 5-18 días, durante el cual se presenta fiebre alta, sudoración, cefalea, anorexia, dolor faríngeo, expectoración y tos.
Toxoplasmosis ganglionar: es la forma de presentación más frecuente; hay compromiso de los ganglios (cervicales e inguinales principalmente). Debe realizarse diagnóstico diferencial con mononucleosis infecciosa.
Toxoplasmosis ocular: puede aparecer a cualquier edad; puede deberse a infección prenatal. En casos severos se observa desprendimiento de retina.
Toxoplasmosis congénita: se incluye dentro de los agentes causales del complejo TORCH (Toxoplasmosis gondii, Otras -HIV, varicela zóster, parvovirus B 19-, Rubéola, Citomegalovirus, Herpesvirus. Se produce cuando la mujer susceptible adquiere la infección durante el embarazo, infecta la placenta y se la transmite al feto. La transmisión transplacentaria tiene baja frecuencia durante el primer trimestre del embarazo y aumenta hacia el final del embarazo. Si se trata durante el embarazo, la probabilidad de transmisión disminuye a la mitad. Hasta la mitad de los fetos infectados nacen prematuramente y pueden presentar daño ocular, al sistema nervioso, la piel y los oídos del bebé. Es frecuente que el bebé no muestre signos de infección al nacer. Los síntomas de toxoplasmosis neonatal son: espleno y hepatomegalia, diarrea, vómitos, daño ocular, hipoacusia, ictericia, bajo peso al nacer, erupción cutánea, convulsiones, retardo mental. La infección por toxoplasmosis se puede prevenir con el lavado de manos, ingiriendo la carne bien cocida, lavando bien los vegetales, evitar el contacto con excretas de gatos. Las embarazadas se incluyen en un programa obligatorio de tamizaje (para detectar infecciones primarias).
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